viernes, 25 de mayo de 2012

Corcovado - Cristo Redentor


Otro de los símbolos de Río de Janeiro es el Cristo Redentor en la colina del Corcovado, desde donde tendremos unas vistas increíbles de la ciudad.

El Corcovado es una colina o monte (morro en portugués), con 710 metros de altura y frondosa vegetación, que forma parte del Parque Nacional de Tijuca. Es una montaña muy vertical que se encuentra en un lugar desde el que se domina la ciudad entera. 

En la cima tiene una colosal estatua de Cristo mirando la ciudad, símbolo de Río de Janeiro y de Brasil. 

La estatua del Cristo Redentor, de 30 metros de altura y subido en un pedestal de 8 metros, es una mole que pesa 1.145 toneladas. Fue inaugurada en 1931 para conmemorar el centenario de la independencia. Fue elegida recientemente como una de las 7 maravillas del mundo. 

La escultura fue construida en 1921, por el escultor Landowski, francés. Y se puso en el lugar como elemento conmemorativo del centenario de la independencia brasileña. 


La visita a esta lugar es sin duda una de las atracciones imprescindibles de Río de Janeiro, por el horizonte visual que obtendremos una vez arriba, con toda la ciudad y los alrededores a nuestros pies. Unas vistas panorámicas tremendamente impresionantes.


Se puede llegar en coche hasta la penúltima estación del funicular, pero el paseo más turístico es en tranvía, que sale cada 20 minutos desde la base de la montaña, calle Cosme Velho, 513. 


Para llegar en transporte publico desde Copacabana: tomar el metrô y bajar en la estación Largo do Machado; desde allí, la línea 180 de ómnibus (integración Metrô-Omnibus) llega a la estación Ferro do Corcovado, desde donde se toma el tren que sube hasta el Cristo Redentor. El ómnibus 583 va directamente desde avenida Nossa Senhora de Copacabana hasta la estación Ferro da Corcovado. Desde Ipanema el ómnibus 583 que va a la estación Ferro da Corcovado se toma en rua Visconde de Pirajá.
Recientemente se han instalado unas escaleras mecánicas para subir al Cristo desde el punto donde nos deja el tranvía o se aparca el coche, lo que ha mejorado la accesibilidad al monumento y el mirador. 

Las vistas desde el Corcovado son magníficas y alcanzan a casi toda la ciudad y los alrededores. Disputan en categoría con las vistas del Pão de Açúcar. Pero el Corcovado es mucho más alto y el horizonte es bastante más amplio. Lo bueno de las vistas del Pão de Açúcar es que son más próximas. 

Hay que elegir bien el día que se sube a la montaña, porque es habitual que se acumulen nubes en la cima y no se vea nada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario