El “cartório”, que es una especie de notaría pública, es una institución brasileña con la que tenéis que estar familiarizados, puesto que la necesitaréis y la visitaréis con mucha frecuencia.
Brasil es un país muy burocrático en el que hasta el más simple trámite exige copias y más copias legalizadas de los documentos. El lugar al que se acude a legalizar (“autenticar”) esas copias es el “cartório”. Hay cartórios – y muchos – en todas las grandes poblaciones del país. En la siguiente página web del Ministerio de Justicia brasileño se puede consultar la relación de todos los cartorios del país: Cadastro Nacional de Serventias Públicas e Privadas do Brasil.
Además de los cartórios físicos, hay una serie de cartórios online como Cartórios.com.br o Cartório 24 horas. En principio estos cartórios no os van a ser de mucha utilidad ya que para la inmensa mayoría de las gestiones que vais a tener que realizar se va a requerir vuestra presencia física.
Dependiendo del movimiento de gente en un cartório, la espera en el mismo puede ser rápida o exasperantemente lenta. El procedimiento habitual es el siguiente:
- primero se solicita el trámite que se desea realizar
- a continuación se abona lo debido en la caja
- finalmente, y una vez que el documento está listo, se retira en la ventanilla correspondiente
Una de las primeras providencias que deberéis tomar cuando os mudéis a Brasil será, sin duda, localizar un cartório cerca de vuestro domicilio.
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